Noventa años después de que la pandemia provocada por la llamada gripe española se cobrase casi cien millones de vidas humanas reaparece el virus H1N1 con una nueva patología infecciosa, la denominada gripe A.
Los historiadores han contabilizado unas 30 epidemias y pandemias de gripe en la Edad Moderna, diagnosticadas como "catarrhus epidemicus", "toses epidémicas", "epidemia de catarros" o términos similares hasta que, a mediados del siglo XVIII, se empiezan a utilizar los términos "gripe" e "influenza".
Todos los invernos aparecen gripes que se diferencian de las epidemias porque son menos mortíferas. Estas pandemias acontecen en ciclos más largos que oscilan entre los 11 y los 25 años. Estos ciclos dependen de muchas variables incluso astronómicas, los expertos predijeron que la próxima epidemia tendría lugar entre el 2008 y el 2013.
Reportes de gripe A (H1N1) por territorio nacional:
(Negro: muertes confirmadas)
(Rojo: casos confirmados)
(Amarillo: casos sospechosos)
El primer caso de gripe A conocido es el de Édgar Hernández, un niño de cuatro años que se recuperó de la enfermedad. El pequeño vive con su familia en el pueblo de La Gloria, de 3.000 habitantes y perteneciente al estado de Veracruz, en el Caribe mexicano, donde se cree que el brote de gripe porcina comenzó el 2 de abril, informan los medios locales. Desde entonces la enfermedad ha ido extendiéndose a lo largo de todo el mundo, aunque esta gripe no es tan agresiva como la gripe española ya se ha cobrado ya 7.826 vidas, según datos de la OMS. Mientras que solo en el mes de octubre de 1918 la gripe española se llevó mas de 300 mil vidas en Estados Unidos.
La gripe española también fue una gripe basada en el virus infuenza H1N1 al igual que la gripe A de ahí deriva el temor de la sociedad actual a que la gripe A se convierta en pandemia, de momento los medicamentos que se están utilizando hace que el número de víctimas sea similar al que provoca una gripe estacional.
Además, los avances científicos han logrado medicamentos que frenan el desarrollo de la enfermedad, es el caso de los antivirales zanamivir (Relenza, de GlaxoSmithKline) y oseltamivir (Tamiflu, de Roche). El osetamivir, tiene muchos detractores debido a los negativos efectos secundarios que suele provocar. También se ha avanzado en el estudio farmacológico y la creación de vacunas que son más efectivas que las que pudiesen existir en 1918. El único miedo que puede haber es que el virus de la gripe A mute (como ha sucedido en Noruega) y se convierta en un virus mortífero, de momento esto no ha ocurrido y la ciencia seguirá preparándose para evitar la pandemia.